La Saga de los Confines

Terminé de leer "La Saga de los Confines", de Liliana Bodoc. Es una fantasía heróica épica compuesta por tres libros: Los días del Venado, Los días de la Sombra, Los días del fuego. Cuando Facundo me habló de los libros (mientras él aún los estaba leyendo), quedé intrigado. Cuando los terminó y los puso en su lista de libros que hay que leer antes de morirse, definitivamente decidí que tenía que leerlos :p

Disfruté muchísimo esta lectura. Es cierto que al principio uno se tienta de comparar con Tolkien. Después de todo, es el mismo género literario. Y cuando uno comienza Los días del Venado, enseguida encuentra semejanzas que van más allá del género. Pero pronto estas semejanzas comienzan a diluirse, más y más. Y Liliana nos sumerge en una aventura muy telúrica, muy "nuestra".

No quiero escribir demasiado porque no quiero sin querer contar algo sobre la hitoria en si. Vayan y lean los libros, y después comentamos. Pero sin entrar en el argumento, puedo decir que (tal como mencionaba Facu en aquel post) se pueden rescatar muchísimas frasecitas y conceptos. Simples. Verdades simples. Pero verdades que quizás en esta puta ciudad tenemos olvidadas. Dan ganas de meterse en un bosque. De sentarse en la tierra. De hablar con las piedras. De volver a Machu Picchu y mirarlo diferente. De hacer aquel postergado viaje a México, o a Guatemala. De volver al noroeste argentino. A la naturaleza.

Dan ganas de volver atrás en el tiempo, volver a cuando el hombre podía saber muchas cosas mirando el cielo. Mirándose a si mismo. Mirando el bosque. Cosas que antes sabía, y que ahora con telescopios y computadoras y chips y teorías y estadísticas e instrumental no sabe. Tal vez sepa otras. Pero hay muchas que no sabe. Y antes las sabía. Y son importantes.

Creo que es imposible leer la Saga de los Confines sin "mapear" muchas de las culturas (ficticias) descriptas a los primeros pobladores de América (nota para algún descolgado: Cuando yo digo América me refiero al continente, no a Yankeelandia). Como también es imposible no "mapear" los hilos conductores básicos del relato con la Conquista. Y si bien la saga no es sobre la Conquista ni sobre ninguna cultura real, se rescatan muchas cosas. Y uno se queda pensando...

El libro me reflotó muchas, muchísimas de las sensaciones que había atesorado en mi viaje a Perú en el '99.

"(...) aprendí que la tierra es una sola. Y que si cae la libertad de unos, cae la de todos."

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