Ultimos preparativos para el viaje

Bueno, no tan últimos. Estamos a domingo casi mediodía, casi a "t - 5 días", y aún hay cosas que inevitablemente tendré que hacer durante la semana.

Lo imprescindible está; hoy, antes de que termine el día, debería hacer un ensayo preliminar para verificar si me entra en la mochila todo lo que pretendo llevar. Aún no probé... supongo que porque si no entra, voy a tener que entrar a descartar cosas, aunque no quiera. Porque definitivamente viajando solo, es muy complicado tener que estar acarreando y custodiando demasiado equipaje.

Todavía hay algunas cosas en la lista de compras: Un polar, un rompevientos, un reloj, quizás un nuevo cargador más compacto para las pilas de la cámara, no estaría mal que invierta en algo de pilchas (después de todo, no voy a hacer trekking a la montaña...), los regalos/encargues que me hicieron JEG y Silvia, y algo para Martina — un contacto en Estocolmo de último momento que me consiguió Ricardo, que va a ser algo así como mi guía turística no-oficial de la ciudad :) —. ¡Puf! Y cada vez que lo escribo, me doy cuenta que son bastantes cosas, sobretodo considerando que solo tengo un rato a mediodía y un par de horas después del laburo para ocuparme.

La otra gran tarea que tenía pendiente era organizar toda la doc del viaje. Por ejemplo, tengo desperdigadas en GMail todas las reservas de hostels, confirmaciones de pasajes de tren en Suecia, itinerarios de viaje... y todo eso debería estar impreso, ordenado, encarpetado, junto con la doc del seguro, y demás docs de viaje. Así que hoy estuve dedicando la mañana a eso: A ordenar esas cosas, a separar en una ubicación puntual todo lo que tengo que imprimir, para poder imprimirlo en la semana (acá en casa no tengo impresora).

Y por último estuve profundizando un poco en la logística de mi llegada a Estocolmo. Con la llegada a Madrid no hay problema, porque por un lado van a estar Silvia y JEG, y por otro... bueno, no tengo ninguna limitación con el idioma. Además, llego a la mañana.

La llegada a Estocolmo es más compleja. Llego de noche, y estaré solito por las mías. Y por ejemplo, hasta ahora no me había preocupado por averiguar con qué medio de transporte podía ir desde Arlanda (el aeropuerto) hasta T-Centralen (una especie de "Consitutución" o "Retiro" en Estocolmo donde convergen trenes, subtes, micros y demás medios de transporte público). Y luego, como ir desde T-Centralen al hostel.

Así que en eso estaba ahora: Conseguir un mapa del aeropuerto (jeje... hasta tengo los tiempos estimados de caminata desde una terminal a otra !!!), y profundizar sobre los horarios, tarifas, ventajas y desventajas entre Arlanda Express (un serivicio de trenes que conecta Arlanda con T-Centralen) y Flygbussarna (lo mismo, pero en bondi). El bondi tarda el doble, pero tiene más frecuencia en el horario que llego, y cuesta la mitad... así que no hay mucho que pensar ;)

Y me acabo de dar cuenta que voy a estar llegando al hostel TOTALMENTE fuera del horario de check-in, así que a mediados de esta semana tengo que avisarles, para que me den la clave de acceso de la puerta, y me den todos los detalles para el ingreso. Si me olvido de hacer esto... mi primera noche en Estocolmo la pasaré en la vereda :-O

Todavía no puedo creer lo "relajado" que vengo con todas estas cosas. Realmente es algo raro, porque yo soy muy hinchapelotas con la organización de todo, y este es un proyecto largamente postergado y muy anhelado. Supongo que una parte subconsciente logró imponerse sobre la mente fría y calculadora, y llenó todos los buses de mi cerebro con una fuerte señal de "relajate y gozá, son vacaciones!". El tema es que me he relajado y dejado estar TANTO, que he llegado al punto de no tener pensadas / cubiertas / previstas cosas que son importantes.

Pero bueno, como le comentaba el otro día a Sandra, creo que no hay nada pendiente que implique cancelar el viaje, ni mucho menos. A lo sumo... alguna noche en la vereda en una ciudad desconocida, o algún repentino cambio de planes respecto a un punto determinado del viaje por no haber sido suficientemente previsor. En definitiva, nada realmente grave.