Ideas sueltas en abril

  • Resentido: Se sigue sumando gente a esta movida "vivo lejos y cuando voy a Buenos Aires no muevo un dedo para encontrarme con la gente que quiero". Primero fue Agata, y ahora me enteré que para Semana Santa anduvo por acá Pablo. Y de esta visita ni siquiera me enteré. ¿será que no me quieren?. La excusa siempre es la misma, esto de venir con poco tiempo y estar a mil. Creo que puedo entenderlo. Pero no  por eso voy a dejar de sentir que hay gente que tiene la escala de valores un tanto trastocada.
  • El finde fue el cumple de Luca. El se divirtió en el pelotero con sus amiguitos del jardín, yo pude ponerme al día con amigos que hacía rato no veía, en especial con sus papás, Cristian y Silvina, y con Diego y Diana.
  • Después fuimos al Jardín Japonés. No quiero ni sacar la cuenta cuantos años hacía que no iba... digamos que muchos. Lo encontré igual. Quizás los peces de los laguitos están más grandes y gordos. Cuando se amontonan todos para recibir morfi son un tanto impresionantes. Esta todo muy bien cuidado, y sigue siendo una muy recomendable alternativa para encerrarse en un poco de verde dentro del cemento de Capital Federal. La entrada cuesta solo $5.-, lo cual me sorprendió positivamente. Hay bocha de actividades culturales (relacionadas con Japón y la cultura oriental), que si te interesa el tema, son más que aprovechables (eso es algo de lo que tomé nota, para tener en cuenta).
  • La gente está loca. Hoy el Abasto de Buenos Aires (y creo que otros malls de la cadena también) permanecía abierto hasta las 00:00, y ofrecía un descuento del 30% en muchos de sus locales. Muy tentador. Tanto que como queda a pocas cuadras de mi laburo, me di una vuelta. Solo estuve 15'. No compré nada. Y no podía creer la cantidad de gente que había, y que la gente hiciera colas de HORAS solo para entrar a un determinado local. Si, ok, te están rebajando un 30%... pero... ¿tu tiempo no vale? Todos enloquecidos, como si fuera el fin del mundo. Los empleados absolutamente sobrepasados. La infraestructura del shopping abosultamente sobrepasada (y eso que es GRANDE). Cuando veo estas cosas, uno se pregunta donde quedó la "conciencia post-Cromagnón" que nos acompañó durante tantos meses después de aquella tragedia. En esta sociedad, todo es efímero. Si no lo están pasando ahora por TN, no existe.
  • Hay libros que vale la pena volver a leer. Estoy casi terminando de leer La saga de Los Confines por segunda vez. Y lo estoy disfrutando incluso más que la primera.

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