The Police en Buenos Aires
Y finalmente el sábado llegó uno de los "hitos" de este año: The Police actuando en vivo en Bs. As. Parece mentira lo rápido que pasa el momento... teniendo en cuenta que estoy hablando de esto (especialmente en el laburo) hace como un año, que tengo la entrada hace casi 4 meses. También fue un poco atípico porque es la primera vez que voy a un concierto en un estadio solo. Si bien iban varios compañeros de laburo, teníamos diferentes ubicaciones (no todos iban a campo trasero), y con los que fueron a campo no llegamos a coordinar (encima yo en particular fuí bastante temprano), así que estuve solo. Lo más complicado de ir solo es el embole que uno se pega en la previa, en la cola, y en el estadio, hasta que arranca el show... pero bueno, se pasa. Y una vez que empieza el espectáculo... y en el campo... el estar solo o acompañado es casi irrelevante.
A las 18.30 arrancó Cuentos Borgeanos, el grupo soporte local. Más tarde fue el turno de Beck, a las 19.30. A Cuentos Borgeanos no lo conocía, no tenía ninguna expectativa (ni buena ni mala)... y no hay mucho que decir. Tuvieron la difícil tarea de animar a un montón de gente que en realidad estaba para otra cosa. El escenario de River les queda grande, al menos por ahora. Y eso desluce mucho el talento que pudieran tener.
De Beck me esperaba otra cosa... la verdad me desilusionó. Fue un trámite. Algo absolutamente chato. El tipo parecía tener cero ganas de estar ahí haciendo lo que hacía. NADA de onda. Y sonó mal. En los 45' que tocó, jamás lograron hacer que se escuchara la voz del tipo. No se por qué esa desprolijidad, y no se por qué no la arreglaron. Encima habían estado probando sonido antes (a eso de las 17), especialmente para él.
21.30, con puntutlidad inglesa, arrancó The Police, con Message in a bottle, bajo una que otra gota de lluvia que por suerte al ratito se fue. Con el primer tema me precouparon un poco, porque no prendían las pantallas, y porque el escenario se veía un tanto apagado... pero fue a drede. Después, explotó :) Sonaron muy bien, ver a Copeland es un show en sí mismo (por lo que hace, y por las caras que pone :p). El show fue una repasada por los clásicos, con un par de sorpresas, tanto por temas que uno no se esperaba como por ausencias... pero con tanta trayectoria, es inevitable. El show duró casi 1h 45', y quizás la única crítica es que me hubiera gustado que durara un toque más. Un par de temas más. Que redondearan en 2hs.
Muy buen sonido, muy buen escenario, muy buenas luces. Me llamó la atención la calidad de las pantallas gigantes. El sector VIP de adelante la verdad no molestó para nada. Era bastante más chico de lo que yo había imaginado, así que pude estar bastante adelante igual. Sin querer, quedé muy bien ubicado, justo delante de una de las torres de sonido. Así que tenía donde apoyarme (el vayado de la torre), y además estaba un toque más alto, por efecto de la "veredita" de la vayas. Así que de donde estaba se veía muy bien, y estaba tranquilo (no había forma de que me empujaran de atrás).
A la salida, nos reunimos todos y fuimos a comer unas pizzas a Quincy. Pasamos un rato muy agradable comentando el concierto y hablando de bueyes perdidos (y de "Lost" :p), pero FATAL la atención de ese lugar. No se si estaban desbordados, si el mozo que nos atendió era tarado, o si es siempre así... pero nunca nunca nunca nunca me pasó esperar más de UNA HORA por 4 pizzas, en un lugar en donde la especialidad son las pizzas...
Para compensar, después de Quincy, los que aún teníamos cuerda nos tomamos un heladito en Persicco. Y de ahí sí, cada uno a su casa.
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