Göteborg, Halmstad, Köpenhamn
Hace un par de días inicié la "maratón" por otras ciudades nórdicas. El primer destino fue Göteborg (Gotenburgo), en un tren de alta velocidad. La experiencia del viaje (por el tren, el servicio y la tecnología) en sí fue muy interesante, pero los detalles del servicio de trenes quedarán para otro post, en algún momento, ya que hay PILA de cosas del sistema de transporte público de pasajeros (no solo de trenes) de Suecia (y España) que merecen su propio artículo.
Fue un lindo paseo por la "campiña" sueca... una vez que se deja atrás Estocolmo y sus suburbios, empieza el VERDE. Todo MUY verde. Con casitas y granjas acá y allá, la tierra trabajada, arada, sembrada. Es muy parecida nuestra pampa húmeda, solo que el paisaje es más divertido, porque tiene más relieves (no llegan a ser sierras ni mucho menos, pero el terreno no es completamente llano). Además, sorprende tanto verde cuando uno piensa en la latitud, y que apenas estamos promediando la primavera. Es como que en invierno hace tanto frío, que la primavera sencillamente ESTALLA. Como si quisiera aprovechar el poco tiempo que tiene para volver a poner color al país.
Ya que estamos: Este detalle del verde, el colorido, también está reflejado en las ciudades, en las casas, en las plazas... en Estocolmo por ejemplo, de un día para el otro, pasaron a la noche los duendes, y llenaron todos los canteros de flores. Y nada de tirar un par de plantas así nomás: no no, siempre jugando con distintas variedades, armando esquemas, con un toque muy artístico en más de un caso.
Volviendo a Göteborg: Una vez en la ciudad, me dediqué a recorrerla, y empecé a notar un patrón que luego se repetiría: Haber ido tan poco tiempo (en cada lugar estuve menos de 24hs), sin una idea muy clara de que hacer, no fue del todo positivo. La conclusión es que si uno va a ir a una ciudad por unas horas, no puede "conocerla". A lo sumo, tiene que ir puntualmente a uno, dos, tres lugares, y listo. "Vivir", "conectarse" con Göteborg, hubiera necesitado mínimo de un día más. En este caso, no me importó demasiado, porque a pesar de ser la 2da ciudad sueca en importancia, no es tan linda. Es muy grande, mucho más "comercial". Mucha industria. Mucho puerto. Recorrí un par de lugares típicos, pero me perdí de otros mil.
Un punto rescatable de Göteborg: El hostel. ENORME. Nunca había estado en un hostel tan grande, y con tantos servicios.
Al día siguiente, partí para Halmstad. Halmstad era por un lado una excusa para conocer un pueblo "chico" de Suecia, por otro lado, el capricho de aprovechar a que no es cualquier pueblo: Es el pueblo donde vivían/viven Marie Fredriksson y Per Gessle, o sea, Roxette, y los miembros de Gyllene Tider (la banda con que Per Gessle se inició en la música).
Pero Halmstad es más conocido porque alguna vez supo ser el pueblo más importante de toda esa zona, y supo ser danés... hasta que un día pasó a ser sueco, por esta magia de la intrincada historia de amistades, uniones y desuniones entre las coronas de Dinamarca, Suecia y Noruega. Además, Halmstad posee las que para muchos son las mejores playas de Suecia: Tylösand. Y por si esto fuera poco, el complejo turístico más importante de Tylösand es de... Per Gessle :) Y el hotel en sí posee un area denominada "Leif Lounge", donde hay un montón de "memorabilia" (colecciones de posters, discos viejos, premios, fotos, etc.) de Roxette, Gyllene Tider y otros proyectos musicales de Per.
Bueno, por el lado del fan, no me fue tan bien en Halmstad: Había dos cosas que quería hacer: Visitar el Leif Lounge, y tratar de encontrar el viejo estudio "Tits & Ass", donde se grababan los demos de Roxette. Lo segundo estaba medio resignado a que era muy difícil, porque está en las afueras, el edificio no es más de Per Gessle y M. P. Persson, sino que es una propiedad privada... en fin, para el tiempo que tenía era difícil, y finalmente no fui. Pude ir a Tylösand, sí, y disfruté un rato de la playa (aunque estaba fresquito...), pero otra vez el reloj fue tirano con mi corta estadía: El Leif Lounge abría a las 19:00. Y yo a las 18:00 tenía que estar otra vez en la estación de tren para ir a Köpenhamn. Así que el Mariano "fan" de Roxette se volverá un poquitín frustrado, porque estuvo "ahí", y no pudo verlo.
Por lo demás, Halmstad es un hermoso pueblo. Fue más lindo de caminar por Halmstad de lo que fue caminar por Göteborg.
Esa misma noche, llegué a Köpenhamn, Dinamarca. El hostel era también enorme. Me duché, me cambié, y salí a recorrer un par de horas. Lo primero que a uno le llama la atención de Köpenhman son las bicis: Bicicletas por doquier. Mucho más que en Suecia (al menos mucho más que en Estocolmo). Más de una avenida tiene 3 partes: La vereda propiamente dicha, la bicisenda, y la calle en sí. Y para un porteño pelotudo (como yo) es bastante fácil no darse cuenta y terminar en la bicisenda... a riesgo de que lo lleven puesto, o lo caguen a puteadas.
Lo otro que me llamó la atención de Dinamarca fue que si bien podía leer y entender la mayoría de los carteles (parece sueco mal escrito...), ni a palos entendía el danés hablado. Cambia mucho la pronunciación y la entonación. A los 10', me dí por vencido, y a partir de ahí, en Köpenhamn me manejé en inglés.
De esta recorrida nocturna también rescato que Köpenhamn tiene MUCHA más vida nocturna que Estocolmo. Mucho más pub y bar abierto hasta mucho más tarde, con gente de todas las edades dentro, música en vivo, pool, juegos electrónicos... de todo.
Al día siguiente, me organicé mi propio city-tour a pata. También hice un paseo por los canales en una lancha. Dinamarca es muy muy linda, no tanto como Estocolmo, pero es una hermosa ciudad, sobretodo en su casco histórico. Pero no es una ciudad que pueda recorrerse en un día. Tiene PILAS y PILAS de museos y edificios e iglesias. Así que como a la tarde tenía que ir a Malmö, decidí abreviar la estadía en Köpenhamn lo más posible, a fin de maximizar las horas que me quedaría en Malmö. Digamos que la intención fue quitarle 4 o 5 horas a Köpenhamn, que de todas maneras no alcanzaban para decir "recorrí la ciudad", para ganarlas en Malmö, y estar menos ajustado acá.
Y acá estamos, en la estación de trenes de Malmö. Ya fui hasta el hostel (muy lindo, pero alejado de la ciudad), me duché, me cambié, y volví acá, para iniciar la recorrida. Los detalles de Malmö... otro día (por lo pronto, después de que los tenga, jaja)
Así que hasta ahora el saldo de esta maratón es que si bien conocí más lugares, saqué un montón de fotos, vi cosas interesantes, disfruté... de cada lugar me volví con gusto a poco. Así que ya decidí que una vez que vuelva a España, para continuar la 2da etapa de este viaje, lo voy a pensar MUY BIEN antes de tirarme a pretender ir a todos lados, estando solo 24hs en cada lugar.
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