Háblenme en sueco!

Es un tanto decepcionante que después de haber invertido esfuerzo, tiempo y dinero en aprender sueco, en cuanto dudo un poco estos suequitos me quieran hablar en inglés. Con el correr de los días, los encaro con más seguridad, y ya como que los voy convenciendo que si me hablan más o menos lento, de verdad los entiendo. Pero están acostumbrados a que solo hablen sueco los suecos, y a que los extranjeros hablen inglés. Y les cuesta, sobretodo en los puntos turísticos, salirse de ese molde.

Incluso, algunos saben español. El punto culminante fue anteayer, con el mozo en un restaurante italiano (y si se preguntan que hago comiendo comida italiana en Estocolmo... pues nada, fue un tema de costos...). Yo solo pedí "Pasta della casa" (así se llamaba el plato), y el tipo se dió cuenta que: a) era extranjero, b) hablaba español, y me respondió "muy bien, y de tomar?" PUTO. Todavía estoy preguntándome como mierda lo hizo. En fin... esa noche me rendí. El tipo era feliz hablando en su spanglish, pasando al lado mío y cantando bajito estribillos de canciones españolas conocidas, y yo fui feliz hablándole todo lo porteño que pude, demotrándole que su español era bastante pobre... jaja. El flaco un personaje.

Pero ya voy ganando la batalla, entre otras cosas porque las conversaciones son más o menos las mismas: pedir el morfi, comprar un par de boludeces en un comercio, preguntar una dirección, comprar una entrada a un museo / edificio, y así.

También dejé de preocuparme por el dinero, porque realmente ya estaba limitándome la capacidad de disfrute. Suecia es CARO. MUY CARO. Así que me salí de presupuesto. Punto. Estoy reventando todas las tarjetas... y ya veremos a la vuelta. Pero tampoco es cuestión de estar pensando todo el tiempo en lo caro que es todo, o de privarme de hacer cosas... después de todo, ya estoy acá.

Actividades de los últimos días: Me encontré con Martina y una amiga, y me llevaron a cenar comida típica. "Älgköttbullar", o algo así, que vendría a ser "köttbullar de alce", y las köttbullar es el plato comodín del ama de casa sueca, como la milanesa en Argentina. Y no son otra cosa que una especie de albóndigas. Además, en este caso eran de carne de alce. Sería el equivalente gastronómico a comer en Argentina cordero patagónico, o carne de ciervo, o algo así.

Fui a visitar Drottningholm, el palacio de recreo / descanso de la familia real (no recuerdo si esto ya lo conté...), hice algunas sesiones de fotos por el casco histórico (oootra vez...), y desde puntos elevados de la ciudad. Hice un paseo en barco hasta una de las islas del archipiélago que en algún momento estuvo literalmente en guerra con Estocolmo por la fabricación de vodka o alguna otra bebida del estilo. Vi un pintoresco cambio de guardia en el palacio real. Hice una rápida recorrida por las galerías de Nordiska Kompaniet, o "NK", las tiendas "top" de Estocolmo (allí donde asesinaron a la ministra hace un tiempo atrás)... y dejé el cuaderno de notas en el hostel así que no me acuerdo de más, pero más o menos eso debe ser todo hasta el momento.

En un rato supongo me encontraré otra vez con Martina, y mañana muy temprano parto para Gotenburgo.

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