Por las huellas de Butch Cassidy
... o también conocida como Travesía del lago Cholila al lago Puelo.
Pero no voy a escribir sobre Butch Cassidy. Lo pongo solo porque es un título más piola para la travesía. Y no, no lo inventé yo, lo inventó Hielo Azul (y si no lo inventaron ellos no se, pero bueno, yo me estoy copiando de ellos).
¿Cómo arrancar a escribir sobre Cholila/Puelo? Para mí, es una travesía legendaria. Corría enero de 2003 (supongamos, o por ahí...), y yo hacía mi primer travesía con Hielo Azul (uff...! cuánta nostalgia me produjo volver a ver ese PPT!). Y en aquel momento Lorena, una grossa total, venía de hacer Cholila/Puelo. Por aquella época, debió haber sido la primer edición de la travesía... o por ahí. Y dije "quiero hacer eso" desde aquel momento. Y por diferentes motivos, no se dió hasta este año. Pero valió la pena esperar :)
¿Y qué tiene de especial? No se... es una combinación de cosas. Ganas de hacerla durante años y no poder. Los lugares por los que se transita. Es una travesía más larga que las "comunes". Es una travesía exigente. Todo esto hacía que Cholila/Puelo para mi fuera especial, y que tuviera bocha de expectativas. Y puedo decir que por suerte estuvo a la altura de las expectativas, y que incluso las superó en algunos aspectos. Así que quedé contento como perro con dos colas.
Arrancamos con el clásico viaje Baires -> Bariloche -> Bolsón, al cual hubo que sumarle Bolsón -> Cholila. Muuuuchas horas. Y llegamos a un camping re-lindo, a orillas del lago Cholila, lejos del pueblo en sí, pero muy organizado. Ahí aprovechamos para preparar el equipo, sacarnos las dudas, descansar, disfrutar del lago, conocer la zona, y degustar un cabrito que asaron Fernan y Toto.
De allí partimos al día siguiente, cruzando el Cholila en lancha para arrancar el trekking, remontando el arroyo Turco, vadeándolo varias veces, hasta llegar a nuestro lugar de acampe. En uno de estos vadeos pisé para el culo una piedra, medio que me caí, aunque por suerte me pude levantar rápido y no se me mojó la mochi, y un rato después me di cuenta que me había lastimado medio feo el dedo gordo del pie derecho. Es impresionante como el agua fría actúa de anestesia local... hasta que no vi la sangre, no me enteré. Fue medio una cagada porque si bien la lastimadura se veía más fulera de lo que en realidad era, fue en un lugar jodido. Todos los días a la tarde medio que se cerraba y empezaba a cicatrizar, y al día siguiente en un rato de caminata me la volvía a abrir. La lastimadura fue entonces compañera inseparable en este viaje, y por momentos molestó bastante, pero acá estamos :)
Por la mañana continuamos la marcha, subiendo por El Turco (sí! más vados!), acercándonos cada vez más al Tres Picos, a cuyos pies terminamos acampando, en un bosque muy lindo. Llegamos al campamento relativamente temprano, y además el día siguiente era el día "libre" y nos quedábamos ahí. Disfrutamos del bosque y del arroyo, y al día siguiente, hicimos un mini-trekking con un poco de "lengging" para alcanzar un poco de altura y poder tener una panorámica del Tres Picos. Y luego... a aprovechar el resto del día libre, con más bosque y arroyo, y como no podía ser de otra manera, comiendo. Ese día hubo tortafritas, te de naranja y otras exquisiteses.
Continuamos luego de nuestro día libre hasta llegar a la divisoria de aguas entre el arroyo Turco y el Derrumbe, y fuimos bajando por el Derrumbe hasta llegar al lugar de campamento. El día arrancó subiendo, y el lugar en donde paramos a almorzar es hermoso. Y como todo lo que sube tiene que bajar, bajamos. Y aprendimos por qué el Derrumbe se llama así... aparentemente es una zona en donde en invierno sonfrecuentes las avalanchas, y el bosque está... eeehhhmmm... avalanchado, digamos. Y caminar por entre las lengas que sufrieron una avalancha es interesante. Para mi fue territorio completamente desconocido. Y agotador, no por el esfuerzo físico, sino por la constante atención de qué rama pisar, como pisar, dónde pisar... es como que vas por un entramado de ramas, unos centímetros (por momentos, metros) arriba del piso real. Lo bueno es que el bosque es de lengas, y la lenga es re-fiel: Es super flexible y resistente, y se banca todo. Y así llegamos a "Derrumbe Beach" ;) en donde acampamos.
Luego fuimos subiendo alejándonos del Derrumbe hasta llegar al arroyo Cubridor. El Tres Picos nos fue acompañando, como siempre. Fue un día de una subida interesante, para cruzarnos hasta una zona de mallines en la que acampamos. El lugar de acampe fue bautizado por Luis y Fernan como "Camping la Lata", en honor a una lata de 1958 que hay colgada de una lenga, y sigue ahí... y vaya uno a saber como llegó ahí, quien la llevó ahí, etc. Los lugares por los que nos movimos en esta travesía no son transitados, ni siquiera por gente del lugar. Así que la lata es llamativa. Y sería buenísimo poder hablar con la lata para que nos cuente su historia...
Si el día anterior habíamos subido y bajado... no era nada comparado con lo que nos esperaba. Porque la cosa siguió subiendo, DE VERDAD, y bajando, DE VERDAD. Fue una de la jornadas más largas y más duras. El premio de la subida fue una vista impresionante del valle del Turbio desde el Cubridor. El premio de la bajada fue el campamento, con su arroyito, y reaprovisionamiento de morfi desde Puelo! Y no, no es que los días anteiores que fuimos cargando morfi nos hubiera faltado comida. No, para nada. Tan solo que cuando hay reaprovisionamiento suelen aparecer cosas aún más ricas :) Creo que para todos lo más duro fue la bajada: Se hizo larga, el sol pegaba con todo, había que andar con cuidado para no derrapar, y a lo último empezó a escasear el agua... y para colmo el bosque está todo cerrado así que Fernan y Toto tuvieron que re-encontrar y re-abrir la senda. Pero llegamos. Agotados. Hechos mierda... pero llegamos. Estábamos hechos un asco de mugre, tierra, tierra y más tierra, y muertos de calor. El arroyito fue una bendición!
Último día de travesía: seguimos bajando por el Valle del Turbio hasta llegar a orillas del Puelo, ya dentro del Parque Nacional, en donde acampamos. Fue un día de caminata corto; llegamos al lago a almorzar, y a la tarde hicimos playa a full. Yo conocía ese lugar de la travesía Puelo/Plataforma. Es un camping muy lindo. Y el lago Puelo es hermoso.
Y se acabó la travesía! Al día siguiente cruzamos el lago en lancha, y fuimos a El Bolsón, a mi querido Albergue Gaia. Nos bañamos (ardua tarea, después de 10 días...), almorzamos unas riquísimas tartas caseras (la comida en Gaia es tan rica), descansamos, fiacamos, y a la noche... asadazo!
Y luego comenzaron las despedidas. Algunos partieron a Baires, otros nos quedamos en Bolsón, aprovechando para hacer turismo tradicional: Feria, degustación de helados de Jauja (muchas veces... que RICOS helados, Dios!), paseo típico por el Piltri, ascendiendo en remis hasta la plataforma, y luego subiendo a pie hasta el refugio, con parada previa en el Bosque Tallado. Cervezas artesanales varias y picadas. Y muchas cosas más.
El tiempo se recontra portó con nosotros. Los primeros dos días anduvo medio nubladegue, pero después se super despejó, y nos tocaron unos días de sol espléndidos. Recién en El Bolsón (y el segundo día) se decompuso un poco el tiempo (pero nada que no se solucione con fiaca, y una visita a la cervecería El Bolsón...)
El grupo fue EXCELENTE, nos divertimos muchísimo!!!
¿Más fotos? Sí, acá: