Segunda (y última!) parte de mis vacaciones, para variar, con Hielo
Azul Aventura :P La primera parte te la conté acá.
A lo mejor leíste "De Colonia Suiza..." y tu cerebro autocompletó "... a
Pampa Linda". Y sí, está muy bien que tu cerebro haya hecho eso: ese era
el plan original, esa es la travesía "típica", aunque también en
nuestro plan original la íbamos a des-tipificar un toque con algunas
variantes.
Pero resulta que llovió, lloviznó, lluv-algo toda la semana, y
finalmente des-tipificamos la travesía por la lluvia. Primera vez que me
pasa en verano que el tiempo esté entre horrible y mas-o-menos-feo una
semana completa, sin dar tregua. Y acá es cuando agradecés dos cosas:
- Estar entre buenos amigos. A mi el mal tiempo me pone un poco "down",
así que es buenísimo estar entre amigos, y hacerle frente al mal
tiempo entre todos
- Que te guste la montaña y no la playa. Si vas a la playa y llueve...
alpiste. Si estás en la montaña, se puede disfrutar igual
Así que a pesar de la lluvia y las nubes y los cambios de planes, la
pasamos igual o mejor que cualquier otra oportunidad. Solo que alguna
vez habrá que volver, para ver algunos paisajes de altura que se
perdieron, y para conocer la laguna Ilón y Pampa Linda, que quedaron en
el tintero.
¿Qué hicimos? Arrancamos en Colonia Suiza, en el Camping Ser donde nos
organizamos y pasamos la primer noche. Al otro día luego de acomodar
equipo, partimos hacia el primer destino: Laguna Negra. El tiempo nos
acompaño dentro de todo bastante bien (el día anterior había llovido a
cántaros), hasta la hora del almuerzo. Ahí se largó a llover... casi
para siempre :P
Todos esperábamos con intriga y cierto...
mh... ¿temor? al famoso "caracol" de la última parte de la subida antes
de llegar a Laguna Negra y al refugio Italia, pero la verdad, no fue
para taaaaaanto. Ayudó que esté fresquito, nublado y lloviznoso. Calculo
que con un sol que te parte la crisma se debe hacer más cuesta arriba de
lo que en realidad es.
El primer cambio de planes fue parar en el refu Italia. La idea era
pasar de largo Laguna Negra, y acampar más adelante, en un punto
intermedio entre la Negra y la CAB, pero nos quedamos en el refu. Estaba
muy ventoso, bastante frío, y lluvioso. El entorno del refu Italia es
bellísimo. Me encantó el lugar y el refu en sí. Ese día hicimos vida de
refu: mateamos, comimos, charlamos, jugamos al truco, a los dardos,
seguimos comiendo, etc.
A la mañana siguiente partimos hacia la CAB, el camino es muy lindo,
tuvo un condimento extra de "aventura" haciendo un pseudo-rapel en una
pasada que es complicada de hacer sin una soga. Subimos, bajamos,
subimos, bajamos... y llegamos a la CAB. Accedimos a la laguna por una
punta, y el campamento estaba en la otra. La verdad estábamos medio
retrasados, queríamos llegar, así que en lugar de bordear la laguna por
tierra, entre las lengas, la rodeamos por el agua. Estuvo bueno.
Impresionante como bajaba la temperatura del agua cuando pasabas por el
desagüe de algún arroyito.
En la CAB nos quedamos a esperar al mal tiempo... y hubo que esperarlo 2
días y medio. La idea original era quedarse una sola noche allí, pero de
la CAB había que subir hasta el Filo de los Cristales, y era complicado
hacer eso bajo el agua. Así que movimos el "día libre" planeado para
unos días después, y nos quedamos. Este fue el único momento en que el
mal tiempo molestó. Primero porque estábamos con la incógnita de si
íbamos a poder seguir o no. Si el clima no mejoraba, íbamos a tener que
pegarnos la vuelta, porque ya no iban a dar los tiempos. Y por otro
porque tuvimos que todo el tiempo hacer turnos en la carpa cocina para
desayunar, almorzar, merendar y cenar, tuvimos que estar buena parte del
tiempo en las carpas, nos mojamos, se nos mojaron las cosas, y al menos
a mi me empezó a cambiar el humor.
Pero aguantamos. Y nos cagamos de risa. Y disfrutamos de lindos fogones.
E hicimos obras hidráulicas alrededor de las carpas.
Después de dos días, y del Concilio de los Guías (casi casi a la altura
del Concilio de Elrond eh!), se conoció la decisión inapelable:
seguir adelante. Uhu! Urra! Iupi! Y en ese momento quedó tomada la
decisión de llegar hasta la Laguna Azul, y bajar hasta Mascardi, sin
llegar a la Ilón y a Pampa Linda, porque ya no daban los tiempos.
Y partimos hacia el Mallín de las Vueltas, en donde acampamos y pasamos
una noche. Muy lindo mallín. Y este campamento fue el lugar del primer
mega-recital, con Ale y Luis a la cabeza, conociéndose todas, pero TODAS
las letras de TODO, cosa que a esta altura me sigue sorprendiendo.
De allí seguimos camino hacia el Filo de los Cristales, que divide el
cerro Bonete del cerro Cristal. Impresionantes lajas. Y bocha de
cristales de cuarzo. Destino final de ese día: la laguna Cretón.
Objetivo: meterse a la laguna, a como de lugar. Y por suerte lo
cumplimos. No es que cuando llegamos (por la tarde) el día estaba
brutal, pero estaba mucho mejor. El sol se animaba a despuntar de a
ratitos y todo. Así que nos dimos un chapuzón en la Cretón (no daba para
mucho más, estaba helada!), disfrutamos de las cascadas, fuimos hasta la
laguna, y...
... comimos. Mucho. La Cretón era el punto de reabastecimiento de
comida, y había comida pensada para el plan original de la travesía, más
el día libre (que ya nos lo habíamos fumado en la CAB), así que había
mucha comida. Pero mucha. ¿y qué mejor entonces que dedicarse a comer,
eh? Hasta ensalada de fruta con crema hubo, fijate.
Y llegó el último día de travesía, que iba a ser largo. Había que subir
hasta el col que separa los cerros Punta Negra y Capitán, bajar a la
Laguna Azul, y luego seguir bajando hasta Mascardi. El camino hasta el
col estuvo muy bueno, y la vista de la laguna en sí desde ahí arriba es
impresionante. Hermosa. Nos quedamos un buen rato para disfrutar de la
vista, y aprovechar los ratos en que las nubes se corrían y nos
mostraban más de ese paisaje.
A partir de ahí, la ruta se fue poniendo más heavy. Entre una
cosa y otra habíamos dejado el campamento en la Cretón tardísimo, y la
bajada del col hasta la Laguna Azul se fue complicando un poco porque es
todo un faldeo con mucha piedra suelta. Es cuestión de experiencia, y de
afirmarte, y de confiar en tu pisada, pero se avanza lento. Llegamos
bastante tarde a la Azul, y de ahí había que seguir hasta Mascardi. Nos
quedaba un trecho importante todavía. Almorzamos una picada
espectacular, y seguimos.
Toda la primer parte de la bajada va por la orilla de un arroyo que baja
desde la laguna Azul. Fueron bastantes horas, agotadoras, porque el
camino era difícil, de esos que tenés que ir prestando mucha atención
donde pisás, que pisás, como pisás, por donde pasás. A mi me va quemando
los papeles de a poquito... y no disfruté mucho del entorno (que es
espectacular). Finalmente la ruta se interna en un bosque, en donde pasa
a ser una picada de trekking "normalita", marcada, en la que no queda
más que caminar y disfrutar del bosque. Entrar al bosque fue un alivio y
un placer, y empecé nuevamente a disfrutar de la cosa. Pero... es largo.
Muy largo. Y llegó un punto que listo, quería llegar, bosque o no
bosque, ya estaba bien de caminar, je.
Llegamos a Mascardi a última hora, y después de reagruparnos, fuimos en
búsqueda de nuestro transporte, que nos llevó a Bariloche. Paramos en la
Bolsa del Deporte, muy lindo hostel. Hacía añares que no paraba ahí. Era
tardísimo, así que nos duchamos, y terminamos encargando pizzas para
comer en el hostel. No daba para salir, primero porque era tarde, y
segundo porque nadie tenía pilas. Así que los planes de salir de joda
por Bariloche se terminaron frustrando. Una pena... pero bueno, no se
puede todo en la vida che!
El último condimento fue el agua (pero no la que cayó del cielo, sino la
que tomamos), o algo que a algunos nos cayó mal. Con distinto grado de
intensidad, hubo 4 o 5 de nosotros que terminamos medio dados vuelta. Yo
en particular a la mañana siguiente todavía tenía la pizza en la
garganta, tanto es asi que no desayuné, y me mantuve a agua mineral,
Sprite y Gatorade todo el día, incluso en el bondi de regreso, donde no
almorcé, ni merendé, ni cené, ni desayuné a la mañana siguiente entrando
a Baires. Sí, así de loquito estaba mi sistema digestivo.
Y así concluye la historia :) Estuvo buenísimo, a pesar del clima y el
contratiempo digestivo del final. La travesía es muy muy linda, se pasa
por lugares realmente increíbles. De las cosas que hice por la zona de
Bariloche (que no han sido muchas, siempre me moví más por El Bolsón),
hasta ahora es lo que más me gustó. El buen tiempo hubiera sido un plus
para ver más paisajes (el Tronador por ejemplo se nos escondió todo el
tiempo), y para disfrutar las lagunas y arroyos. Pero bueno, como decía
al principio, habrá que volver :)
Selección de fotos de la travesía, acá:
https://www.flickr.com/photos/chaghi/sets/72157625943039792/
O una presentación tipo diapositivas, acá:
https://www.flickr.com/photos/chaghi/sets/72157625943039792/show/